OpenAI desiste de detector de textos generados por IA
OpenAI cierra detector de inteligencia artificial. Clasificador entrenado para distinguir entre texto escrito por IA y humanos no ha dado resultados esperados
OpenAI cierra detector de inteligencia artificial. Clasificador entrenado para distinguir entre texto escrito por IA y humanos no ha dado resultados esperados
A propósito de incorporación de Inteligencia Artificial en nuestras vidas (incluyendo su respectivo desafío ético de estas tecnologías en su uso), una situación bien particular la dio a conocer la empresa Spotify quien informó que había decidido eliminar miles de canciones de su plataforma, que habrían sido generadas por inteligencia artificial a través de la startup Boomy.
Boomy es una empresa de inteligencia artificial que permite a los usuarios generar música y recibir pagos de regalías de las transmisiones. De hecho, en su sitio web se publicita el servicio indicando «Crea canciones originales en segundos, incluso si nunca has hecho música antes. Envía tus canciones a plataformas de streaming y recibe pagos cuando la gente las escuche».
En el último tiempo, se ha popularizado el uso de herramientas de Inteligencia Artificial (IA), el cual sorprende en cuanto a sus resultados, pero también en el uso cotidiano que podemos utilizarlas. Un ejemplo de ello ha sido el ChatGTP lanzado a fines del año pasado, por la OpenAI, con acceso abierto y gratuito, consistente es un modelo de lenguaje basado en IA. Es una red neuronal de gran escala entrenada en una gran cantidad de texto de internet para generar texto de manera autónoma. Es un modelo con más de 175 millones de parámetros, y entrenado con grandes cantidades de texto para realizar tareas relacionadas con el lenguaje. Puede ser utilizado para tareas como la generación de texto, la respuesta a preguntas y la traducción automática.
Muchas personas, pequeñas y medianas pymes o incluso algunas organizaciones e instituciones públicas cuando deben instalar programas ofimáticos (es decir, aquellas como editor de textos, de planillas de cálculo, presentaciones, etc) y con el pretexto de ahorrar en costos y evitar el pago de licencias correspondientes de soluciones comerciales más populares (como Microsoft Office), recurren a instalaciones no autorizadas. Corren el riesgo, entre otros, de ser multados por infracción a propiedad intelectual, existiendo sentencias judiciales que lo corroboran.
Este 17 de mayo de 2019, el Consejo Europeo finalmente fijó un marco que permite a la Unión Europea imponer medidas restrictivas específicas para disuadir y contrarrestar los ciberataques que representen unaamenaza exterior para la Unión Europea o sus Estados miembros, en particular los perpetrados contra terceros Estados u organizaciones internacionales, cuando esas medidas se consideren necesarias para alcanzar los objetivos de la política exterior y de seguridad común (PESC).