El Gobierno de Chile, a través de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, realizó concurso de una porción de espectro radioeléctrico de 50 MHz, que se ubica en la banda de frecuencias de 3,40 – 3,60 GHz para servicios que se instalen, operen y exploten sobre una red inalámbrica de alta velocidad (5G o superior).
La empresa que ganó el concurso fue Claro Chile (quien había empatado en proyecto técnico con Entel) y con esto se le otorgó una concesión exclusiva de servicio público de telecomunicaciones que tendrán una duración de 30 años Además del despliegue comercial de 5G que podrá tener la empresa y de dar cumplimiento a un proyecto de instalación obligatoria base, la empresa deberá ofrecer servicios de telefonía móvil en 120 localidades en donde no hay servicios y 1500 kilómetros de rutas tendrán cobertura obligatoria (teniendo 2 años para cumplir con ambas obligaciones). Adicionalmente el Estado recaudó 90 millones de dólares para arcas fiscales.
Es importante recordar que en el gobierno de la administración anterior (de Sebastián Piñera), se había hecho un concurso para 5G y en la cual también comentamos los resultados.
Lo Bueno
Lo bueno es considerar que además de WOM, Entel y Movistar, ahora , se suma Claro como oferente de 5G, lo que beneficia al mercado al tener más competencia y los usuarios pueden optar entre las distintas compañías con la tecnología móvil más avanzada en este momento.
Lo Malo
Lo malo, a mi entender, es que desde hace un tiempo se discute una posible modificación a ley general de telecomunicaciones, especialmente para verificar la conveniencia de cambiar los plazos en que se entregan las concesiones. Con mirada comparativa y entendiendo los dinamismos de mercado y avances de telecomunicaciones, parece poco prudente mantener en 30 años las concesiones, que por ley, se pueden prorrogar a solicitud del titular. Se podría haber avanzado en cambiar y rebajar los años de concesión (a 10 o 15 años por ejemplo como la mayoría de países desarrollados establece) antes del concurso, para asì tener un criterio con mirada de futuro.
Lo Feo
Lo feo, siento personalmente, fue el desaprovechar que las contraprestaciones hayan sido mayor en cantidad o diversificadas en servicios especializados. Por ejemplo se podrìa haber solicitado mantener una red de emergencia específicos para servicios públicos y entidades de emergencia como bomberos, que permita una comunicación fluida y permanente en tiempos normales, pero especialmente en emergencias como incendios, terremotos u otros eventos. Probablemente en un próximo concurso para entregar espectro, que es un bien nacional de uso público, es decir, de todos los chilenos, a empresas privadas, las condiciones deban sí o sí cambiar, tanto en duración, como en beneficios directo de los chilenos, más allá de un fin recaudatorio de dinero.